Mar. Oct 3rd, 2023

Saludos del Obispo Prieto Lucena

Durante el acto en la Catedral Magistral se leyó el saludo que nuestro obispo, Mons. Prieto Lucena, -por estos días en Roma-, dirigió a las autoridades presentes en el templo cisneriano. Por parte del obispo intervinieron D. Francisco Rodríguez, vicario general de la diócesis de Alcalá, así como D. Juan Miguel Prim, vicario episcopal de cultura, y D. Francisco Rupérez, delegado de pastoral universitaria y capellán de San Ildefonso.

Reproducimos a continuación el saludo del Obispo:

Señor Magnífico Rector y autoridades de la Universidad de Alcalá, autoridades autonómicas y municipales, miembros de la comunidad universitaria, respetado público:

En mi primer año como obispo de Alcalá de Henares, lamento mucho no poder estar presente en la solemne inauguración de los cursos de nuestra Universidad, porque estoy en Roma por otro compromiso impostergable. No obstante, aprovecho la oportunidad que se me ofrece para dirigiros a todos un muy cordial saludo, acompañado de mis mejores deseos para el nuevo curso académico que comienza.

Felicito a las Autoridades Académicas por mantener la costumbre de inaugurar el curso en nuestra Catedral Magistral. Las primeras universidades se formaron a partir de las «escuelas catedralicias», como expresión del renacimiento intelectual que se produjo en la Edad Media, en torno a la filosofía y la teología. En aquellas primeras universidades muchos profesores y estudiantes eran clérigos y la lengua común era el latín. Nació así el embrión de una de las mayores creaciones de nuestra civilización occidental: la Universidad, para el cultivo del conocimiento y para el desarrollo integral de la persona humana.

En los tiempos modernos, este modelo universitario medieval, basado en la transmisión de la cultura y la elevación del alma humana, ha ido perdiendo vigencia para dar paso a una universidad más centrada en la tarea de ofrecer profesionales y científicos a la sociedad. Posteriormente, se buscó que los docentes, además de transmitir los conocimientos profesionales ya adquiridos a los estudiantes, también se dedicaran a la investigación, abriendo nuevos caminos al conocimiento.

En los últimos siglos, más allá de la necesaria profesionalización de los estudiantes, se ha intentado volver al modelo humanista de los orígenes de la Universidad. Por ejemplo, a mediados del siglo XIX, el cardenal Newman fundó la «Universidad Liberal» en Dublín, donde, junto con la adquisición de conocimientos, se buscaba que los estudiantes aprendieran el hábito de reflexionar con una mente imparcial, desarrollaran la rectitud moral, un delicado gusto por la belleza, responsabilidad social y, en general, una actitud noble ante la vida. En la misma línea, Ortega y Gasset subrayó que las universidades de su época, más allá de las técnicas especializadas, carecían de transmisión de «cultura».

Estimados profesores y autoridades académicas: al inicio de un nuevo año académico, agradezco a todos ustedes su renovado compromiso de transmitir a los estudiantes no sólo la formación profesional, sino también lo que llamamos «cultura», porque cultiva y eleva el espíritu humano. , abierto a la trascendencia. Vivimos en una era histórica marcada por la polarización, por la dialéctica de bloques, por la confrontación, por la violencia y por la guerra. En este contexto, la transmisión de la cultura, en diálogo franco con la fe, puede aportar una gran contribución. Aunque hay muchas malas hierbas que pueblan la superficie de nuestra sociedad, la buena semilla sembrada en lo profundo de los corazones de los estudiantes puede crecer vigorosamente con la esperanza de un futuro mejor. Todo esto no se puede lograr sin compromiso y excelencia. El ensayista Ramiro de Maeztu, refiriéndose al desafortunado proverbio: «la letra entra con sangre», dijo que este proverbio sólo era cierto si «la sangre» no era la del alumno, sino la del maestro. En realidad, la “carta” llega cuando el docente se dedica de lleno a la apasionante tarea de enseñar. Los felicito a todos por completar esta noble tarea. Con todo respeto, reciba mi amor y bendición.

Antonio Prieto Lucena obispo complutense

Por Juan Manuel González López

Juan Manuel González López, nacido en Alcalá de Henares, es un periodista español especializado en información deportiva. Ha trabajado para varios medios de comunicación en España, como El País, Marca y AS. González López comenzó su carrera profesional en el departamento de deportes del diario El País, donde trabajó durante cuatro años. A continuación se incorporó a la plantilla del diario deportivo Marca como reportero. Tras dos años en Marca, se trasladó a AS, otro diario deportivo y amplió su registro periodístico.