Cristóbal LC, un frutero de 50 años en el municipio de Valdeavero (Madrid), ha sido condenado a 19 años de prisión por la Audiencia Provincial de Madrid. El hombre, conocido como «El Toba», fue condenado por agresión sexual a una menor de 16 años y por corrupción de menores. Esta no es la primera condena contra él, ya que tiene más de una docena de casos pendientes por violencia sexual y corrupción de menores.
La sentencia, fechada el 4 de octubre, se basa en numerosas pruebas, como una conversación en WhatsApp entre Cristóbal y su víctima. En esta conversación, se pueden leer frases explícitas que confirman la agresión sexual. Además, se han tenido en cuenta las conversaciones con otros adolescentes en las que el frutero les pedía material pornográfico sabiendo que eran menores de edad.
Los magistrados han demostrado que Cristóbal contactó con un chico de 15 años a través de una página web de contacto. Antes de ello, había pedido el DNI al joven, por lo que sabía perfectamente su edad. Luego, creó un grupo de WhatsApp con este menor y otro niño de la misma edad, donde les ofreció dinero a cambio de relaciones sexuales. Incluso elevó su oferta de 80 a 100 euros, pidiendo vídeos y fotos sexuales a los chicos.
El 14 de agosto de 2020, Cristóbal agredió sexualmente a uno de los chicos después de mentirle y decirle que era policía. Lo llevó a su casa en Valdeavero y, una vez allí, lo obligó a mantener relaciones sexuales utilizando la fuerza. Fue este hecho el que llevó al menor a contar lo sucedido a su familia y presentar una denuncia.
En cuanto a las explicaciones del acusado, este negó los hechos y sugirió que fue incriminado al azar por un extraño. Respecto a las conversaciones comprometedoras encontradas en su teléfono, Cristóbal se limitó a decir que había niños en la casa y que otros podrían haber utilizado sus dispositivos.
Además de esta sentencia, Cristóbal tiene varios casos pendientes por abuso sexual y corrupción de menores. Uno de estos casos, que finalizó en abril pasado, también involucra a un chico de 15 años al que el frutero ofreció dinero a cambio de relaciones sexuales.
El abogado de varias de las víctimas ha declarado que no les sorprende esta sentencia y que están involucrados en varios casos más. Consideran a Cristóbal como un depredador sexual con un impulso incontrolable hacia menores varones y piden un total de 105 años de prisión para él.
Esta sentencia confirma el peligro que representan los depredadores sexuales y la importancia de denunciar y condenar estos actos. Es fundamental proteger a los menores y garantizar su seguridad en todos los ámbitos de su vida.
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