- Fernando Gomecello es un activista social vinculado a la asociación de vecinos El Val
A medida que se acercan más elecciones municipales y comarcales de mayo de 2023, encuentro en mi hemeroteca esta interesante editorial de una revista publicada por el Ayuntamiento en la legislatura 1999-2003, cuando el PSOE-IU gobernaba la ciudad en coalición. Corresponde al número de noviembre de 2001 de la revista «Ciudad de Alcalá de Henares» y la transcribo sin quitar una coma.
“DEMOCRACIA Y PARTICIPACIÓN”
“No somos sujetos. Ni el Rey, ni el Presidente del Gobierno ni el Alcalde. Somos ciudadanos con derechos y libertades. Cada cuatro años votamos y elegimos a nuestros gobernantes a través de los partidos políticos, pilares fundamentales de la participación política, pero si los representantes electos por el pueblo no obtienen la colaboración y participación diaria de los ciudadanos, la democracia puede convertirse en un cascarón sin contenido real.
La democracia en el siglo XXI conlleva inexorablemente el reconocimiento de los derechos y libertades formales de los ciudadanos y obliga a las autoridades y poderes públicos a darles un contenido auténtico. Y para que los ciudadanos se sientan implicados en la vida de la «polis» es necesario dotarla de un estatuto participativo.
Nuestra ciudad cuenta con casi cinco mil asociaciones, círculos y diversos colectivos que forman el tejido de la sociedad civil. Este «cuerpo vivo» constituye una densa red que el Gobierno municipal del PSOE-IU pretende reconocer y promover.
Bajo este prisma, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares firmó el pasado 16 de mayo la Carta Europea para la protección de los derechos humanos en la ciudad. Reconoce la obligación de los ayuntamientos de «promover la participación democrática» (art. 8.3), así como que «las autoridades municipales garanticen los medios para que la circulación de la información que afecte a la población sea accesible, eficiente y transparente». (Artículo 11.2).
Este suplemento del Boletín Municipal fue creado para reflejar exclusivamente las opiniones, trabajos, demandas y el día a día del movimiento asociativo en la ciudad. Sin esa vida asociativa y participación ciudadana, nuestra democracia municipal carecería de la savia popular que la dinamiza”.
Después de 22 años y cinco legislaturas, ¿podemos decir que esta Carta Europea se está aplicando? Definitivamente hemos hecho algunos progresos en la teoría. Tenemos el “estatus participativo” al que se refiere el Reglamento de Participación aprobado en 2019, pero ¿para qué lo necesitamos? ¿Quién conoce sus normas, los derechos y deberes que tenemos los ciudadanos? ¿Hemos logrado ya transformar nuestra democracia local en un cascarón desprovisto de contenido real como sugería el editorial?
En particular, tengo que lamentar y denunciar que el actual equipo de gobierno no se ha caracterizado, en estos temas, por alentar, difundir y promover esta participación ciudadana a pesar de estar obligado a ello. ¿De modo que? Si ya lo tenían todo planeado cuando, en medio de la pandemia, crearon la “oficina municipal Horizonte 2030”, que según nos dijeron “sería la encargada de pensar en la ciudad del futuro y otros proyectos de barrios y espacios públicos ¡Y si le satisfacían! Pero, ¿dónde quedó la participación ciudadana? Como dice la mencionada editorial, nos han dejado la concha, ¿seguiremos así a partir de mayo?
Aquí va lafuente para saber más.