Vie. Jun 9th, 2023

Foto remitida por Ecologistas en Acción (archivo de AH)

  • Ecologistas en Acción Alcalá de Henares:  Análisis de la actuación del Ayuntamiento en la legislatura 2019-2023

La suma de problemas ambientales (cambio climático, pérdida de biodiversidad, agotamiento de recursos y energía, contaminación, etc.) obligan a establecer una estrategia para adaptar nuestra ciudad a sus consecuencias. Sin embargo, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alcalá ha demostrado en los últimos cuatro años que ni tiene una estrategia clara ni ha sido capaz de orientar la gestión municipal hacia la adaptación al cambio climático y el resto de las amenazas ambientales.

Con la firma del PACE (Pacto de alcaldes para el Clima y la Energía) en 2019, el equipo de gobierno presentó un estudio con escasas propuestas para preparar la ciudad ante el cambio climático. Un par de años después se presentó la Agenda 2030 para aprovechar los fondos europeos dedicados a la sostenibilidad con medidas poco ambiciosas. En estos cuatro años hay múltiples ejemplos de actuaciones municipales que han ido en la dirección contraria como las remodelaciones de calles que incumplen con el criterio de introducir más arbolado y vegetación y con la obligatoriedad de plantar un árbol por cada plaza de aparcamiento. El resultado es un incremento de la superficie sin sombra que acaba provocando el efecto de “isla de calor” y aumentando las ya insoportables temperaturas veraniegas tan nocivas para el bienestar y la salud.


Seguidamente analizaremos la situación por bloques temáticos

El agua. En las iniciativas del ayuntamiento no hemos identificado medidas de ahorro de agua. Los sistemas de riego de jardines y huertos no son eficaces y siguen empleando agua potable. En el caso de la depuración de aguas, se debería obligar a instalar una red separativa en los barrios nuevos como Las Sedas y evitar que, en caso de fuertes lluvias, el exceso de agua termine en los ríos sin depurar.

Por otra parte, más de la mitad de las fuentes para beber (cada vez más necesarias) no están operativas o se han suprimido, como las situadas en Aguadores y Empecinado.
La biodiversidad. A lo largo de la legislatura se ha observado el uso de la biodiversidad como elemento turístico o meramente publicitario o simbólico.

Denunciamos las actuaciones llevadas a cabo para multiplicar el uso público del entorno del río Henares, como la consolidación de los caminos y la instalación de mobiliario que, sin medidas para evitar daños sobre los hábitats naturales de la Red Natura, están transformando un espacio natural protegido en una suerte de parque urbano. El aumento de la presión humana reducirá el número de especies animales presentes. Además, la mayor parte de la vegetación plantada son especies de jardinería que han precisado la instalación de riego por goteo. Tampoco se han diseñado intervenciones para sustituir las especies exóticas invasoras, catalogadas o no, por especies autóctonas.

También denunciamos la política de promoción para uso recreativo en los Cerros sin medidas preventivas para la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad: el uso de la bicicleta de montaña sigue estando fuera de control y los caminos abiertos son cada vez más numerosos, así como la erosión que se produce en ellos.

El ayuntamiento lleva años intentando transformar en suelo urbano para uso industrial la zona norte del municipio, dominada por cultivos de secano situados en la ZEPA. Por otra parte, ese valioso entorno natural soporta frecuentes vertidos incontrolados y construcciones ilegales ante la pasividad del Ayuntamiento.

En la ciudad también existen espacios y especies de gran valor. Destaca el recinto amurallado del Palacio Arzobispal donde encontramos, por una parte, la mayor colonia de cigüeña blanca de la ciudad que, protegida por ser parte de los atractivos turísticos, no ha sufrido las consecuencias del cierre del antiguo vertedero ya que se ha construido un comedero artificial. Por contra, las últimas parejas de cernícalo primilla (en peligro de extinción) han sido objeto de asedio por actividades como conciertos, fuegos artificiales o mercados, que han reducido drásticamente su población.

Tampoco ha habido iniciativas municipales para garantizar la presencia y nidificación de especies tan emblemáticas como la golondrina común, el avión común, el vencejo, los murciélagos o incluso el gorrión común, cuyas poblaciones están disminuyendo.

Una actuación muy polémica fue el control con escopetas de aire comprimido de lo que el ayuntamiento denomina “especies-plaga” como la paloma doméstica, la paloma torcaz y la cotorra argentina: solo se consiguió causar sufrimiento a los animales heridos y dar una imagen lamentable de la ciudad. Desgraciadamente, entre las especies que controlar se ha incluido el conejo, especie que en 2020 fue catalogada en España como especie en peligro debido al declive poblacional producido en las últimas décadas.

La calidad del aire. Según la OMS, los niveles de contaminación atmosférica en Alcalá de Henares siguen siendo altos. Somos la novena ciudad más contaminada de España. El NO2 emitido principalmente por el tráfico motorizado, aunque se redujo durante la pandemia, ha repuntado en los primeros meses de 2023. Con las escasas medidas adoptadas para reducir los desplazamientos en vehículos a motor en la ciudad, vemos muy difícil que se alcance el compromiso de los alcaldes de reducir en un 40% las emisiones de NO2 que garanticen la disminución de riesgos para la salud de las personas y del medio ambiente. A pesar de la obligación legal de establecer en enero 2023 zonas de bajas emisiones, el ayuntamiento todavía no lo ha hecho.

El paisaje. Durante la legislatura no se ha aprobado ninguna ordenanza en este sentido a pesar de que España ha firmado el Convenio Europeo del Paisaje. El paisaje identitario (río Henares y los cerros) no dispone de protección legal salvo la del PGOU, que resulta insuficiente. Urge tomar medidas en este sentido que eviten nuevas agresiones que produzcan un daño irreparable.

Los caminos públicos. Son un patrimonio de dominio y uso público que se encuentran bajo la titularidad y custodia de los ayuntamientos. Permiten recorrer los paisajes a pie o en bicicleta, dos formas que han quedado arrinconadas en los diseños de conectividad territorial. Además, todavía queda pendiente en Alcalá de Henares un catálogo actualizado de todos sus caminos públicos, aunque el ayuntamiento cuente con recursos suficientes para realizarlo.

La movilidad. Valoramos positivamente la apuesta por la pacificación del tráfico, las calles 30, las medidas de control de la velocidad, la ampliación de aceras, la peatonalización de calles del centro de la ciudad, los tramos sinuosos, los resaltes y la mejor iluminación de los pasos de peatones o la remodelación de líneas de autobuses urbanos. Sin embargo, valoramos negativamente la política relativa a la bicicleta por la eliminación de tramos de carriles-bici, la inexistencia de una red funcional alternativa a las calzadas, la falta de aparcamientos seguros, así como la falta de regulación municipal de los VMP.

Los parques urbanos y las zonas verdes. En general, la gestión ha resultado desastrosa: se han eliminado las plantas existentes (principalmente arbustos consolidados) para sustituirlos por plantas de jardinería con riego por goteo, obviando la cada vez más preocupante falta de agua. El hormigón como sustituto de zonas verdes incrementa el calor en verano. La instalación de nuevas y sofisticadas zonas infantiles con suelo de goma privan a los niños del contacto con la tierra. La impermeabilización del terreno genera un efecto perjudicial ya que impide que se refresque el ambiente. En general los parques son tan artificiales que cuesta seguir llamándolos parques. Se sigue sin afrontar el cumplimiento real y exhaustivo de la Ley 8/2005 respecto al fomento del arbolado en los aparcamientos en superficie y en las zonas recientemente peatonalizadas. Este ayuntamiento tampoco respeta los ejemplares consolidados y adultos de arbolado y son numerosos los casos de tratamientos drásticos innecesarios.

Patrimonio. La dotación económica del ayuntamiento resulta escasa para atender la amplia riqueza patrimonial de Alcalá. Se han producido logros, pero queda pendiente realizar un catálogo de elementos protegidos que impida situaciones tan lamentables como el derribo en la calle Nebrija nº 2 y en la finca Casablanca o las desafortunadas promociones de viviendas y naves logísticas que han dañado gravemente los yacimientos de La Esgaravita y La Magdalena.

La actividad económica. Esta actividad, consecuencia del sistema capitalista, nos ha llevado a un escenario de colapso medioambiental. El sector secundario y manufacturero de antaño se ha sustituido por la logística que, como gran consumidora de suelo, no generadora de muchos puestos de trabajo y que aumenta el tráfico de vehículos pesados, es la expresión de un desenfrenado ritmo de consumo en parte responsable del innegable cambio climático que vivimos. El ocio, parte fundamental en la que se basa la economía en nuestra ciudad, sigue contemplando la apertura de grandes superficies comerciales en áreas periféricas que requiere desplazamientos en coche. La actividad económica dentro de la ciudad, que podría favorecer los desplazamientos a pie o en bicicleta, parece ir decreciendo como consecuencia concesión de licencias para la reversión de los locales comerciales de los bajos de edificios en viviendas. Por otro lado, la carestía de la vivienda en Alcalá favorece la expulsión poblacional hacia municipios circundantes implicando más desplazamientos y más contaminación atmosférica, consumo de combustibles y una mayor presión humana sobre espacios agro-naturales.

Los residuos. El cierre del vertedero de Alcalá y la apertura del macro vertedero de Loeches supone mantener un modelo de gestión de residuos muy lejano del objetivo residuo cero. El resultado de la recogida selectiva del residuo orgánico domiciliario es muy limitado por falta de contenedores marrones y de campañas de concienciación para vecinos y grandes productores. Sobre la recogida selectiva de otros tipos de envases (cajas de madera, poliespán, etc.) no se conocen alternativas. Tampoco el reciclaje de cristales (no vidrios) se canaliza en el punto limpio. Los restos de poda no se sabe si se usan de estructurante para el compostaje del residuo orgánico en Loeches. Por otra parte, siguen existiendo numerosos puntos de vertidos incontrolados de escombros y otros tipos de residuos, como acreditan las acciones de limpieza y denuncia organizadas por Ecologistas en Acción y Henares por el Clima.

La participación ciudadana. Su fomento ha sido prácticamente nulo. Todos los proyectos con impacto sobre los espacios naturales y la biodiversidad no se han consultado con los vecinos como la eliminación de vegetación del Caz de la Isla del Colegio, la recuperación del molino de Borgoñón, el Centro de Interpretación del Tajo o el de acondicionamiento del río Henares. Sigue sin ser fácil acceder a la información municipal y tampoco se han promocionado los presupuestos participativos.

La contaminación acústica. Según estudios previos, la fuente acústica que genera más ruido es el tráfico viario, seguido del ferroviario y de la industria. El ruido ocasionado por el ocio es el protagonista en las tardes y noches en el casco urbano. No ha habido medidas municipales para frenar esta deriva.

El turismo. Su incremento en la ciudad provoca malestar entre los vecinos (sobre todo los de la zona centro) por la masificación en las calles del centro histórico, el ruido que provocan tantísimas terrazas y veladores que imposibilitan pasear tranquilamente, por lo que es la nuestra una ciudad incómoda para vivir y transitar. Se impulsa la hostelería dejando que se invadan las calles con muchas mesas y sillas en vez de invadirlas de verde, de árboles con sombra que ayuden a paliar los efectos negativos de las, cada vez más habituales, olas de calor.

Urbanismo. La aprobación provisional del PGOU no incluye casi ninguna de las aportaciones realizadas por colectivos ciudadanos en la legislatura anterior. El plan propuesto es expansivo y pretende construir en la ZEPA, lo cual es un error gigantesco y contraviene la legislación estatal y europea. Algunas modificaciones y desarrollos del PGOU resultan inadecuados como la construcción de pisos junto a La Esgaravita, la recalificación de terrenos junto al Torote y la ZEPA o el desarrollo de Las Sedas. También se ha consentido un enorme aumento de construcción de viviendas en Ciudad del Aire.

La remodelación de la estación de RENFE y su entorno tiene graves carencias como la falta de accesibilidad entre las vías o un acceso norte a la estación. Por otra parte, no hay ninguna iniciativa respecto a la necesaria estación de autobuses.

Energía. Falta un plan ambicioso de aislamiento y mejora de la eficiencia energética en los edificios municipales y de instalación de paneles fotovoltaicos en infraestructuras municipales. El suministro eléctrico municipal se sigue contratando con grandes compañías que comercializan electricidad que proviene de combustibles fósiles y energía nuclear. No se ha fomentado ni facilitado la creación de comunidades energéticas en la ciudad.

En localidades del Henares (incluida Alcalá) se están instalando empresas, como centros de datos de multinacionales, muy intensivas en consumo eléctrico. Aunque sus instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo vuelcan el excedente a la red, su concentración en un reducido espacio genera un grave problema de estabilidad en la red eléctrica, lo que podrá ocasionar apagones en toda la zona en un futuro.

Normativa y ordenanzas. Entre las numerosas ordenanzas encontramos interesantes la de regulación y conservación de edificaciones o las referidas a animales de compañía (en fase de proyecto) y la relativa a veladores o la de la tasa por la gestión de los residuos urbanos (en fase de consulta).

Otras nos parecen contraproducentes como la obligación a tener sin vegetación espontánea los solares pendientes de construir o la imposibilidad de cultivar temporalmente un huerto en esos espacios.

Valoramos negativamente la falta de iniciativas para facilitar la ejecución de las sentencias respecto a la ilegalidad de los campos de golf de El Encín o del recinto ferial de la isla del Colegio.

Vigilancia ambiental. Es una cuestión clave para garantizar que la legalidad se respeta y las infracciones se castigan. Alcalá de Henares cuenta con espacios naturales cada vez más utilizados por la población (los Cerros, los ríos Henares, Torote, Camarmilla y Bañuelos o la ZEPA). La unidad de la policía municipal especializada en medio ambiente está sufriendo una reducción de medios materiales y humanos cuando lo urgente es dotarles de los suficientes para solapar varias patrullas en los diferentes turnos.


Informe remitido por




Aquí va lafuente para saber más.

Por Eva Martínez Castillo

Eva Martínez Castillo es una periodista española especializada en reportajes de investigación. Ha trabajado para algunos de los principales medios de comunicación españoles, como El País y El Mundo. Martínez Castillo es conocida por sus intrépidos reportajes sobre temas delicados, como la corrupción gubernamental y el narcotráfico. En reconocimiento a su trabajo, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo en 2006.