- In Memoriam, Pedro Enrique Andarelli




Araceli Piquet, tía de la actual portavoz municipal y diputada de Alcalá por el Partido Popular, Judith Piquet, ha formado parte del movimiento vecinal, asociativo y político de la ciudad a lo largo de su vida, junto a su marido, Antonio López Montejano, hasta convertirse en protagonista en la historia de la participación ciudadana en nuestra ciudad.
Dos intentos de secuestro y un atentado de la extrema derecha en 1982 dicen mucho del carácter y personalidad pública que forjó Araceli Piquet durante sus años de lucha. Pedro J. Ramírez, entonces director de Diario 16, también fue derrotado en todas las instancias judiciales, incluso en la Corte Suprema, por esta mujer que actuó motivada por la defensa de su derecho al honor.
Desde la dictadura franquista y en la clandestinidad se incorporó a los primeros movimientos vecinales y sindicales de Alcalá de Henares en los que se articulaba entonces el movimiento obrero y la lucha por la libertad y la democracia contra el franquismo. Militante de la ORT hasta la desaparición de esta organización, se incorporará luego al PSOE, partido al que pertenece hasta 2011, año en el que decide abandonar cualquier actividad pública para dedicarse a la familia, en particular a las sobrinas. y sobrinos, a quienes sentían verdadera adoración.
Araceli, como era conocida en la ciudad, fue durante cinco años presidenta de la Asociación Comarcal Campo del Ángel-Chorrillo, organización en la que, junto a Antonio López Montejano, dedicará la mayor parte de sus años de lucha. Fue desde la presidencia de esta histórica mancomunidad de barrios de la ciudad que el IVIMA, por ejemplo, llevó a cabo la rehabilitación de las viviendas del Campo del Ángel. Posteriormente, llegó a ser presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos y los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP tuvieron que hacer frente a un movimiento vecinal fuerte y organizado, capaz de convertirse en un interlocutor eficaz en la política municipal.
A lo largo de su carrera como directora de distrito ha estado siempre comprometida en la ciudad de Alcalá de Henares y llegó a rechazar cargos institucionales tanto en el gobierno y administración de la Comunidad de Madrid como en la Defensoría del Pueblo, encabezada en esos años por Joaquín Ruiz-Giménez.
Pese a haber tenido siempre un fuerte compromiso político, Araceli Piquet siempre ha sabido estar por encima de ideologías y partidos y siempre ha trabajado con firmeza y rigor, pero con sentido común, por los vecinos de su barrio y de su ciudad, lo que la llevó a ganar la amistad y respeto de todos. Todos los que la conocieron coincidieron en que Araceli era «una buena persona».
Que la tierra le sea ligera. Que descanse en paz
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