La explanada de la Ermita de la Virgen del Val reunió este Lunes Santo a cientos de alcalaínos que celebraron un año más la Fiesta del Hornazo de Alcalá de Henares.
Esta dulce tradición, perdida durante años en nuestra ciudad, se ha recuperado en 2019 gracias al trabajo conjunto del Ayuntamiento, la Asociación de Vecinos del Valle y la Asociación Cultural Hijos y Amigos de Alcalá.
El Hornazo de Alcalá es un bocadillo dulce típico de Semana Santa y consiste en un bagel dulce con huevos en su interior, sobre el que se coloca una fina tira de masa en forma de cruz.
El concejal de Juventud, Alberto González, en representación de la Corporación Municipal, agradeció a la Asociación de Vecinos del Valle el haber trabajado para recuperar esta tradición, así como la colaboración de los diferentes concejales del Partido Socialista, Partido Popular y Podemos- Izquierda Unida, que ayudó a repartir los hornazos entre el numeroso público presente, así como la Cofradía del Val.
Este año Iván Plademunt realizó 100 hornazos de 650 gy otros 100 de 450 g, para repartir un total de 600 raciones. Pero la asistencia fue tan alta que superó las previsiones de los organizadores, lo que augura un gran futuro para este festival en los próximos años.
Plademunt dijo que el Hornazo de Alcalá es dulce, a diferencia del de otras regiones españolas, y que su nombre proviene del hecho de que se hornea. También ha explicado que en otras regiones como Cataluña también se la conoce como Mona de Pascua, que “simboliza la entrega de una mora a su señor al final de la Semana Santa. buenos medios poner algo en tu boca después de los días de penitencia». También informó de que el hornazo «es un brioche castellano, que se amasa con agua y no con leche, que lleva huevos, mantequilla y que se corona entre dos cruces con un huevo con cáscara».
José Valdearcos, en representación de la asociación Alcalá Gastronómica, se mostró feliz de presentar esta tradición a los vecinos y agradeció a todos su participación.
Tras repartir la focaccia y el chocolate, la casa de Castilla la Mancha amenizó el encuentro con música y bailes tradicionales en una cálida tarde de abril que parecía más propia del mes de mayo.






