Sáb. Mar 25th, 2023

Cualquier niño/adolescente menor de 20 años respondería de la misma manera respecto a las vacaciones del 31 de octubre. Sin necesidad de encuestas, está claro que un porcentaje muy grande dirá que se celebra Víspera de Todos los Santos, aunque España marca en su calendario la Víspera de Todos los Santos.

En Estados Unidos también se conmemora lo mismo, All Hallows’ Eve (en inglés All Hallows’ Eve y de ahí la contracción Halloween) y es una festividad de origen pagano, como ocurre en muchos otros casos en todo el mundo. .

El director del Instituto de Investigación en Estudios Norteamericanos, Instituto Franklin, Julio Cañero, dice: “Su origen está en las celebraciones de finales de verano que los pueblos celtas realizaban en las Islas Británicas. En esta época del año, la noche le gana al día en horas, por lo que la fecha se ha identificado con la magia y el triunfo de la oscuridad sobre la luz.

Los pueblos celtas pensaron que, esa noche, se abrirían las puertas del mundo de los muertos y que podrían volver a caminar libremente por el mundo de los vivos. Para evitar ser forzados al mundo de los muertos, los pueblos celtas se disfrazaban, engañando así a los difuntos. Los sacerdotes cristianos que evangelizaron las tierras celtas británicas adaptaron la antigua tradición de la noche cuando la oscuridad venció a la luz.

Esta tradición llegó posteriormente a Estados Unidos de la mano de inmigrantes irlandeses en el siglo XIX. Se instaló en el país y se convirtió en una de sus celebraciones más reconocidas alrededor del mundo.

Halloween en España

En España, la fiesta de Todos los Santos, como en América Latina, y especialmente en México, el Día de Muertos, también tuvo un origen pagano que luego fue cristianizado.

Esta celebración ha perdido en gran medida su componente religioso, como muchos otros aspectos de la vida actual, siendo reemplazado por tradiciones lejanas como el Halloween estadounidense.

“En las grandes ciudades, donde la influencia del americano es mayor, sobre todo entre los jóvenes, estas fechas se asocian al disfraz del terror y el miedo, pero en las ciudades la costumbre de visitar los cementerios para rendir homenaje a los seres queridos que ya no están más tiempo con nosotros.

En definitiva, el éxito de Halloween tiene mucho que ver con la pérdida de la religiosidad a favor del entretenimiento”, apunta el experto en cultura estadounidense.

La marcha de los zombis en la calle Mayor de Alcalá de Henares, la noche del 31 de octubre.

¿Por qué nos gustan las vacaciones americanas?

¿Qué es tan atractivo acerca de las vacaciones estadounidenses que amamos tanto? El especialista responde: «Estados Unidos es hoy, nos guste o no, el epicentro cultural del mundo, como lo fue Europa en el siglo XIX.

La capacidad de influencia cultural de la sociedad americana es infinita. Y lo más interesante, es un fenómeno internacional asociado a la globalización.

Los jóvenes de hoy, y no sólo los occidentales, se visten, comen, escuchan, leen, ven y aprenden como estadounidenses. En España, como en el resto del mundo, no pasa un día sin hacer referencia a lo que está pasando en Estados Unidos…

Es tanta esta influencia que hemos llegado a sustituir muchas de nuestras costumbres por las que más nos atraían de ese país».

Y es que Halloween es una de las que más éxito tiene, pero no es la única: «Adaptar Halloween a nuestra cultura, identificada con algo parecido a lo que pueden ser los carnavales, no fue difícil.

Otras tradiciones también se han afianzado precisamente porque su proximidad les ha permitido: Papá Noel (aunque usamos el término francés) o el huevo de Pascua son dos ejemplos (lea más sobre Santa Claus versus los tres reyes).

Hollywood y el modelo económico

En estos casos, Hollywood ha sido el medio perfecto para reforzar estas celebraciones en las sociedades contemporáneas. Otros, como el viernes negroson fruto del modelo económico imperante y en el que nos sentimos cómodos”, añade Cañero.

De momento, el pavo de Acción de Gracias no se come en España y, según el experto de la UAH, puede que nunca llegue a ocurrir.

“Si bien en el Instituto Franklin-UAH lo celebramos con nuestros estudiantes estadounidenses, esta celebración no ha calado porque es una fiesta con un fuerte componente patriótico y, por tanto, no se ha trasladado a nuestra cultura. Es cierto que el Día de Acción de Gracias lo celebraban precisamente los españoles que fueron a conquistar América (¡y nosotros lo celebramos frente a los colonos británicos!), pero nunca llegó a la Península.

Canadá también tiene su Día de Acción de Gracias y, sin embargo, dada su baja influencia global, es poco conocido. Lo mismo ocurre con la fiesta nacional de los Estados Unidos. Hay un evento que, además, tiene repercusión internacional, pero con toda lógica cada país tiene su fiesta nacional.

Incluso otros casos como el Día de los Presidentes o el Día de los Veteranos no han tenido una gran repercusión mundial porque, aún en este caso, son celebraciones típicas de ese país.

«Me gustaría subrayar, sin embargo -prosigue Cañero- que la influencia de la política estadounidense es tal que muchos órganos de gobierno a nivel internacional han adoptado un mandato de cuatro años renovable por otros cuatro, como en el caso del presidente de los Estados Unidos Estados».

“Y también, hasta ahora, hemos evitado celebrar el Día de San Patricio, una fiesta irlandesa conocida más por su celebración en Boston o Chicago que por las efemérides celebradas en la Isla Esmeralda. Pero cada vez son más, y en más lugares, los que celebran esta festividad. En España, de momento, preferimos el tinto de La Tomatina», concluye.



Aquí va lafuente para saber más.

Por Eva Martínez Castillo

Eva Martínez Castillo es una periodista española especializada en reportajes de investigación. Ha trabajado para algunos de los principales medios de comunicación españoles, como El País y El Mundo. Martínez Castillo es conocida por sus intrépidos reportajes sobre temas delicados, como la corrupción gubernamental y el narcotráfico. En reconocimiento a su trabajo, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo en 2006.