Siempre he entendido los conciertos como un punto de encuentro. Un lugar donde el público se reúne, junto a sus seres queridos, con cantantes, agrupaciones, músicos y todo su equipo técnico para recordar y cantar, durante un par de horas, aquellas canciones que se escribieron un día. Un lugar donde la música sea un diálogo donde todos nos sintamos un poco menos solos y tengamos un lugar en esta sociedad.
A lo largo de mi recorrido musical he intentado hacer canciones sobre respeto, autoestima, salud mental, reciprocidad, equidad, feminismo, integración, inmigración, amor (en todas sus formas), vulnerabilidad y he criticado a cualquier institución que atentara contra todos. de esta. Uno de los grandes hitos que he tenido en este camino ha sido tener un público que ha hecho suyas estas canciones hasta llenar las salas y agotarlas. Habitaciones libres de violencia machista y espacios donde el colectivo LGTBI+ se sintiera seguro.
En marzo de este año anuncié mi retirada de la música (de primera línea), tras mi último disco y una gira de conciertos que terminará en septiembre de 2024. Había empezado a trabajar en mi hoja de ruta, junto con el anterior gobierno de Alcalá de Henares, para dar la último concierto de mi carrera en mi ciudad.
Con la llegada de la extrema derecha a los ayuntamientos y viendo con asombro sin precedentes la censura y anulación cultural con que se castiga el arte en localidades con igual representación, me veo en el deber moral de anular mi actuación prevista para finales de Agosto de 2024, siendo mi concierto, en el Wizink Center (previsto para el 2 de diciembre de 2023), mi último concierto en la comunidad de Madrid. Excluyendo festivales o grandes fiestas (ya que estaremos en algunas de las mejores de la comunidad).
Lamento profundamente las molestias que esta decisión pueda causar, pero mi conciencia no me dejaría en paz si viniera de la misma mano que promueve y lucran con el odio, que “manda a la basura al colectivo LGTBI+”, que vota en contra de la ley trans y que los ve, junto con la población inmigrante, como ciudadanos de tercera, privados de los mismos derechos que los demás.
David Martínez Álvarez – “Rayden”
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